En primer lugar, queremos reconocer el esfuerzo y la madurez con que se ha afrontado este intento de coacción que ha sido el referéndum y ha estructurado el rechazo a estos recortes asimétricos y a esta manera de hacer las cosas. Se tenía que decir que NO a la extorsión y así ha sido.
Dicho esto y entendiendo el momento incómodo en el que estamos, esta sección quiere hacer un llamamiento para que todo trabajador y trabajadora esté donde le toca y no se posicione en un lugar distinto. Los acuerdos a los que se llegaron han sido rechazados por la mayoría de la plantilla pero esto no ha ocurrido por ningún motivo personal y no tiene que ser óbice para que en esta nueva situación, todos y todas nos mantengamos unidos. Solo faltaría que alguno, por despecho y claro analfabetismo emocional, propusiera a la dirección o a cualquier delegado de Hacienda con el que se hubieran de reunir, que se hicieran aquí despidos, ¡sería para colgarlo!
El recorte que se nos ha presentado en RTVE ha tenido y tiene un trasfondo ideológico y responde al mismo modo de hacer las cosas de siempre, perjudica más a quienes menos tenemos, precisamente, aquellos trabajadores individuales sobre los que cada vez más, recae la responsabilidad de cuidar de este servicio público esencial, ora resolviendo mediante nuestro trabajo las deficiencias de gestión del día a día, ora enfrentándonos como conjunto a una ley, que de ser aprobada, nos obligará a prescindir de una cantidad de nuestra masa salarial y por ello, a luchar porque ese recorte del todo injustificado, deba distribuirse de otra manera, tenga el menor impacto posible en la clase trabajadora y desde luego, sea lo más justo y equilibrado posible.
La viabilidad de la empresa pasa por otro tipo de ajustes de mayor calado y por un decidido cambio de modelo de RTVE. El problema de nuestra empresa no es su dimensión, ni nuestra masa salarial, son los gestores, la falta de interés que desde hace años viene teniendo la empresa por una firme apuesta de producción propia y la falta de transparencia. Sin transparencia no hay democracia. Sin las cuentas claras, habrá corrupción y es obvio que lo que nos quitan acabará en manos de las élites que nos dirigen, también en esta empresa, a través de su continuación política.
Teniendo en cuenta que nuestra masa salarial comprende también los sueldos irregulares de la dirección y de los contratos fuera de convenio, sobre los que no hay control democrático por parte de los trabajadores, y pese a la dificultad para analizar la gestión económica de RTVE con los datos que hacen públicos, las trabajadoras y los trabajadores de CNT no solo hemos dicho que NO a este II Convenio tal y como se planteó, sino que tenemos algunas alternativas para hacer más justo y eficaz el recorte que podemos estar obligados a aplicar. En lugar de hacer recortes perpetuos en la nómina de los trabajadores, es necesario:
- Eliminar todos los directivos externos de la empresa. En coherencia con una propuesta de cambio de modelo de RTVE, entendemos que esta empresa tiene el personal suficiente y necesario para hacerse responsable de llevar a cabo un servicio público de calidad y por supuesto, de ejercer, cuando se precise, puestos llamados de "alta dirección", que no son más que puestos de gestión, administración y coordinación. Sobran, por tanto, los comisarios políticos.
- Reducir notablemente el organigrama, adelgazar las jefaturas. Hasta ahora, se han bajado un 10% sus sueldos lo cual no les significa nada en comparación con lo que nos hubiera supuesto a cualquiera de nosotros y nosotras todas las medidas que nos han querido aplicar y la pérdida de derechos que proponían. Se deben restringir los bonos a directivos y aumentar el ahorro reduciendo hasta el 35% el complemento de dirección, que supone una cuantía de más de 2.000.000€ anuales. Suprimir el complemento conocido como "de viudedad", la retribución para los mandos orgánicos cesados en paralelo al desarrollo de la carrera profesional, que supone casi 1.000.000 € cada año.
- Suprimir el Consejo de Administración político, donde solo vale lo que dice el presidente impuesto por el Gobierno y sobre todo, porque duplica la composición de la Comisión Parlamentaria de Control de RTVE.
- Regular todo plus y sueldo sobre el que no hay control democrático, como el plus de programa, la masa salarial de los contratados fuera de convenio (asesores, directores de programa, presentadores, etc.) o los sueldos de la jefatura, incluyéndolos en el convenio y poniendo tope a su cuantía.
- Consolidar firmemente una Mesa de Producción Propia permanente, vinculante y transparente que dote a esta empresa del sentido que debe tener. Este órgano de decisión y control debe estudiar los proyectos de producción mixta y ajena, y proponer el uso de recursos técnicos y de personal propios.
Por otra parte, como trabajadores del sector público que defendemos lo público, debemos reflexionar sobre nuestra relación con los beneficiarios de esta crisis-estafa. En ese sentido proponemos:
- Consulta a los trabajadores sobre la eliminación del fondo de pensiones privado, donde la aportación de la empresa está actualmente en suspenso. Ese dinero es salario que se ha ido negociando fuera de lo que cobramos mes a mes. ¿Qué pasa con los trabajadores que no están apuntados a ese plan de pensiones, que pasa con esa parte de su salario? Si se quiere contratar un seguro privado, pensamos que esta empresa pública, por concepto, no debería aportar nada a cuenta de los trabajadores.
- Consulta a los trabajadores sobre la eliminación de aseguradoras médicas privadas, y la posible desviación de la cuantía que supone el Concierto que mantiene la Corporación RTVE con la actual aseguradora privada ASISA por el servicio que presta a los trabajadores en activo, unos 2.000.000€ al año, a ayuda social. El fondo social debería suponer al menos el 0,7% del presupuesto de RTVE.
Pero además, planteamos otros cambios en el ámbito de la sostenibilidad para hacer de nuestra empresa un ejemplo en la gestión informática y medioambiental:
- Aplicación inteligente de los recursos energéticos en todas las instalaciones de RTVE. Elaboración de un protocolo urgente de ahorro energético.
- Implantación de software libre no privativo o de creación propia, en las áreas en que se pueda aplicar, estableciendo el desarrollo, puesta en marcha y mantenimiento de los programas informáticos que fueran necesarios para el funcionamiento de la empresa exclusivamente bajo la responsabilidad de CRTVE. Hay que dejar de provocar la fuga de dinero público hacia productos y empresas privadas de discutible eficiencia y operatividad.
Estos son solo unos ejemplos. Después de ajustar estas partidas, ya se vería cuánto habría que recortar del resto, si estuviera justificado y siempre de manera coyuntural ¿Alguien dudaría en prescindir, si fuera absolutamente necesario, de las pagas de productividad y la extraordinaria de septiembre, más de 24.000.000 €, un único año para mantener el empleo y las condiciones laborales intactas los próximos 10?
También se trata de decidir entre todos y todas en qué se recorta y cómo; no enfrentarse a propuestas cerradas que debemos tomarlas o dejarlas en bloque. Los trabajadores y las trabajadoras de CNT estaremos siempre en contra de cualquier acuerdo en el que ambas partes no tengan un reparto más equitativo de las cargas y más en una empresa pública de servicio público.
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